Vivo en un permanente estado de intuición. En esta fase de mi vida me dejo llevar por lo que dicta mi corazón y me comunica mi voz interior. No quiero dejar nada sin ver, nada sin oír, nada sin oler ni tocar y, sobre todo, nada sin decir.
Todo cobra un sentido. Todo tiene algo que aportarme. Todos están aquí para enriquecer mi vida y yo la de ellos.
Nada es casual . Todo tiene un sentido y significado para mí.
A veces deposito en los demás esperanzas que quedan frustradas, pero no importa. ¡Qué sé yo del destino! ¡Qué sé yo de cuándo brotara la semilla!
De todo aprendo. De todo saco una lección.
Nada me separa de mi camino. Mi destino se aclara como la bruma de la mañana. Y yo me preparo para conocer dónde y para qué vivo.
Quiero vivir la vida intensamente. Quiero que la vida pase por mí y yo por ella.
Quiero escribir mi verso en el drama de la vida.
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