Precisamente estos días pensaba en lo que supuso el 15M para este país, y en particular para Ceuta. Yo, y muchos como yo, vivimos estos días con gran emoción y esperanza. No deja de seguir las noticias que llegan desde el campamento de Sol y desde otros lugares de España en el que el movimiento 15M surgió de manera espontánea. La primera reunión a la que yo asistí tuvo lugar un sábado por la tarde en la Plaza de los Reyes. Allí nos reunimos un pequeño grupo de personas de muy dispares edades, cada uno con su propia concepción de lo que era y debía ser el 15M. En este encuentro decidimos que las siguientes reuniones las celebraríamos en el que llamamos el “Ágora”, situado en la entrada del Paseo de las Palmeras. En una de estas primeras reuniones organizamos varios grupos de trabajo (comunicación, acción local, organización, etc…). Decidimos entonces crear una página web y darnos de alta en Facebook y twitter (http://15mceutiaccionlocal.blogspot.com.es/). Poco a poco la web se fue animando, como también lo hizo la página de Facebook y twitter. De las actividades que realizamos recuerdo la visita a la exposición de arte postal organizada por Diego Segura, que participó de manera activa en las concentraciones del 15M, una acampada enfrente del ayuntamiento y un golpe maestro: solicitar que el acceso a la toma de posesión de la nueva corporación tenía que ser abierta para todos los ciudadanos. Lo que conseguimos y allí estuvimos unos pocos del 15M haciendo cola para coger sitio junto a los familiares de los nuevos concejales. Algunos entramos en el salón de la asamblea y, en un momento determinado, desplegamos una pancarta en la que se decía: “no nos representan”. Una vez realizado este acto de protesta abandonamos el hemiciclo y en la puerta nos esperaban los policías locales para tomar nuestros datos con la intención de sancionarnos. Ese mismo día registraron la mochila a Javier Sakona y a algunos miembros más del 15M.
También organizamos una manifestación, un reparto de pasquines en un acto que se celebró en la plaza Nelson Mandela y una conferencia que di yo sobre la democracia directa. Desde el principio fuimos vigilados muy de cerca por los servicios de información de la Policía Nacional. De hecho era la primera vez, que yo sepa, en la que daba una conferencia teniendo como oyentes a policías secretas.
Las primeras reuniones en el ágora fueron muy animadas y numerosas. Cada uno tomaba la palabra para expresar su opinión sobre la situación política en España y cuál debía ser el camino que debía tomar el 15M. Según algunos fueron comprobando que sus ideas no encajaban con la filosofía del 15M dejaron de asistir a las reuniones. Poco a poco, y ante la falta de un programa definido de actuación y sin un compromiso firme en mantener vivo el 15M el movimiento fue languideciendo. Al declive del 15M también contribuyó de una manera importante el cambio de actitud del gobierno sobre el 15M. A mí personalmente, siendo uno de los cabecillas del 15M, me llamó un día un alto cargo de la policía nacional que me conocía para invitarme a tomar una cerveza. Me aconsejó de una manera amigable que dejara de alentar este movimiento. Las cosas, según me dijo, habían cambiado respecto al anterior gobierno que se mostró mucho más tolerante con el 15M. La consigna era no tolerar nada fuera del estricto marco legal. Daba igual que nos reuniremos en un lugar público o privado. Si superábamos un máximo de treinta personas se consideraría una concentración no autorizada e irían contra mí por ser una de los cabezas visibles del 15M. A pesar de esta advertencia, nos reunimos de manera clandestina detrás del Poblado Marinero y decidimos seguir adelante. Para no tener problemas, acordamos solicitar permiso por escrito para concentrarnos. Yo lo hice en mi nombre y solicite permiso para reunirnos en el ágora. A esa convocatoria sólo acudí yo y …la policía. Cuando me vi sólo allí rodeado de policías tuve claro que el 15M estaba muerto.
El pensador Cornelius Castoriadis llamó la atención sobre el hecho no causal de que “cada vez que se produjeron grandes movimientos revolucionarios o reformadores de la sociedad, en el auténtico sentido del término, comenzaron casi sin excepción con un impulso de restauración o instauración de la democracia directa”. Así ocurrió en América del norte, entre 1770 y 1780, durante la Revolución Francesa, la Comuna de París, en la Hungría de 1956 o el mismo 15M. Todo parece indicar que la tendencia hacia la democracia directa y el asambleísmo es innata en el hombre y surge cada vez que las distintas representaciones del poder ahogan la libertad del hombre. El éxito o fracaso de estos movimientos depende, en última instancia, de la constancia, la voluntad y el esfuerzo de sus integrantes. Por desgracia, todas estas cosas faltaron al 15M en Ceuta y en el resto de España. No obstante, no creo que este movimiento fue en vano. Desde mi punto de vista, el 15M, tal y como me dijo en cierta ocasión Diego Segura, constituye el fermento de un Mundo Nuevo. La levadura sigue actuando y los cambios, aunque tardarán en llegar, están ya en marcha. La evolución de la conciencia humana es un hecho innegable y su materialización social y política no tardará en hacerse efectiva.
Una de las mejores cosas, por no decir lo mejor que me llevé del 15M, es la cantidad de personas valiosas que conocí y con las que sigo manteniendo una cordial y sincera amistad. Todos seguimos pensando en el 15M y, quien sabe, si algún día no volveremos a tomar las plazas y calles de Ceuta….Fueron días de ilusión, de amistad, de apoyo mutuo, de esperanza, de diálogo,…y esa experiencia no nos la pueden robar. Me siento orgulloso de haber participado en el 15M y de todas las personas que nos implicamos de manera activa y valiente en este movimiento.