Ceuta, 9 de septiembre de 2016.
En estos días de poniente, con esta intensa luz, mi mirada se diluye en el monocromo color celeste. Ahora que lo miro observo a la luna en cuarto creciente. Cuando el sol y la luna brillan al unísono en la inabarcable bóveda celeste se abren de par en par la ventana de mi alma y entra en mi interior las sensaciones más excitantes y placenteras. Toda la energía del cosmos penetra en mi mundo de adentro haciendo brotar las dormidas semillas de mis sueños.
Deja un comentario