Ceuta, 27 de enero de 2016
Esta noche estoy contento. Después de varias semanas de reflexión he tomado la decisión de prepararme las oposiciones de educación. Creo que es la mejor opción que tengo en estos momentos. Encontrar un trabajo en la empresa privada en Ceuta es bastante complicado y siempre mal pagado. Si consigo aprobar, o al menos quedar bien posicionado en el listado de interinos, conseguiré una ocupación bien remunerada y con el suficiente tiempo libre para dedicarme a lo que realmente me motiva: escribir.
Sobre mi faceta de escritor, al igual que Thoreau, “predico en el desierto, esto es: para mí mismo”. Si alguien pasa por mi particular desierto literario y decide sentarse a escuchar lo que digo será bien recibido y me pondré a su disposición para entablar una amistosa conversación si así lo desea. Seguiré dejando constancia de mis “sermones” en mis libretas y en mi blog, pero veo poco probable que algún día pasen a engrosar uno o varios libros. Hay demasiados libros que nadie lee y no quiero que los míos sean algunos de ellos.
Por otro lado, creo haber alcanzado un satisfactorio nivel de crecimiento espiritual e intelectual. Los cambios en mi interior son ya suficientemente sólidos para mantenerlos y acrecentarlos en el futuro. Mi percepción del tiempo y del espacio se ha modificado de manera notable y esto es para siempre. Vaya donde vaya, y haga lo que haga, mi renovada conciencia vendrá conmigo. Seguiré contemplando las estrellas, los amaneceres, los cambios de luz y el paso de las nubes, el vuelo de las aves y el ondulante movimiento del mar. Tiempo hay para todo si uno sabe organizarse de manera adecuada. Para lo que no hay tiempo, ni debe haberlo, es para perderlo mirando a cada instante las página webs de los periódicos o las publicaciones triviales que muchos comparten en Facebook.
Al igual que Henry D.Thoreau “solo he tenido un nacimiento espiritual y ahora, llueva o nieve, ría o llore, esté más cerca o más lejos de mi pauta, haya ganado las elecciones uno u otro, ningún parpadeo de luz me ciega, pero de vez en cuando, aunque con intervalos más largos, la misma luz sorprendente y perennemente nueva alborea para mí, con las únicas variaciones que caracterizan la llegada natural del día, con el cual de hecho, suele coincidir”.
Nieves dice
Sabes que el sistema no premia la excelencia así que ánimo y adelante, amigo.
admin dice
Estoy animado, Nieves. Llevas toda la razón. Mi examen, ahora he tomado conciencia, no ha respetado los cánones burocráticos. A pesar del resultado sigo estando contento y satisfecho con el examen. Un abrazo fuerte, querida amiga.