Nuestra segunda sesión en el Máster Universitario Oficial de Educación Secundaria, Formación Profesional, Bachillerato e Idiomas de la Universidad de Granada, en la Facultad de Educación, Economía y Tecnología de Ceuta, la dedicamos a explicar cómo aplicar el método de educación integral de Patrick Geddes a un lugar concreto: Ceuta. El diagrama de la notación de la vida puede servirnos tanto para el cálculo vital de un determinado territorio, como para el cálculo social de las personas que lo habitan. El fin principal de esta ponencia es introducir a alumnos en los principios básicos del análisis, la educación, el pensamiento y la acción integral para la renovación de la vida.
Esta primera aproximación la hicimos desde la formula ecológica de Medio Ambiente, Organismo y Función. Los objetivos de nuestra exposición eran:
- Desarrollar la capacidad de análisis del marco geográfico, económico y social de la ciudad en la que se aplica la actividad docente.
- Conocer las condiciones naturales, las principales actividades económicas y la idiosincrasia de las gentes que habitan en el territorio de aplicación educativa.
- Conocer y valorar la incidencia de la acción humana en el medio natural, cultural y social.
- Desarrollar una nueva actitud frente al ser humano, la naturaleza y el cosmos.
- Implicar a los futuros docentes en la educación ética y en su realización a través de la implicación política y la acción cívica.
El medio natural de Ceuta es rico y diverso. Tanto en tierra, como en el mar o en el aire, multitud de seres vivos desarrollan sus funciones orgánicas y transforman el medio, a la vez que ellos son modificados. Las distintas interrelaciones que se establecen entre los conceptos de medio ambiente, función y organismo pueden ser mejor explicadas a partir del siguiente cuadrante:
El medio ambiente es un instrumento imprescindible para la educación de nuestros niños, y también de nuestros mayores. Todo tenemos que conocer el lugar dónde vivimos. La cuestión esencial para nosotros, como decía Geddes, es volvernos cada vez más analistas; es vivificar y racionalizar nuestra propia experiencia. Es necesario despertar la observación y entenderla, para conocer nuestras regiones y ciudades con más detalle; para hacernos a nosotros mismos más competentes en la practica; y para compartir el despertar y el desarrollo de nuestra propia ciudad, en lugar de delegar meramente nuestra responsabilidad en otros a través del aparato electoral político. Este estudio comienza con ubicarnos en el marco geográfico en el que nos encontramos y que marcan las condiciones naturales de nuestro territorio.
Debemos ir descendiendo en nuestra escala de observación para captar y entender la situación geográfico del lugar analizado y que vamos a utilizar como instrumento educativo. Las fotografías aéreas son de gran de utilidad para este trabajo. Hoy en día contamos con herramientas muy útiles y precisas como Google Maps que nos pueden ayudar en esta fase de encuadre geográfico.
El análisis del territorio comienza con la geología. Es importante conocer la geodiversidad del lugar en el que vivimos y los distintos componentes geológicos que hay en determinado lugar. Este conocimiento es básico para adentrarnos en otros aspectos del lugar como el clima, la hidrología, los suelos, la vegetación, etc…
El clima es también un aspecto fundamental en el análisis y comprensión del lugar. La temperatura y el régimen pluviométricos son dos dimensiones imprescindibles para conocer el territorio y las posibilidades que ofrece para la vida.
Nuestro clima, en combinación con la geología del lugar, dan lugar a lo que conocemos como hidrogeología.
Conocer nuestros ríos y arroyos, así como su estado de conservación, es un apartado importante en el análisis del territorio.
Las características del suelo y sus distintos usos son determinantes para comprender la flora y fauna de un lugar. Según se deterioran nuestros suelos, debido a problemas como la deforestación, la vida animal y vegetal también se ve afectada.
El análisis del suelo nos abre la puerta a la explicación de la flora local.
Seguimos de manera ascendente explicando y mostrando las distintas especies que podemos encontrar en el territorio, agrupándolas por las distintas familias en las que se divide el reino animal.
Hay que prestar también atención a nuestros cielos, sobre todo en lugares como Ceuta, donde los movimientos migratorios de la avifauna es muy importante.
En las ciudades costeras como Ceuta hay que hacer un esfuerzo para acercar la importante del medio marino local.
Todos estos aspectos que conforman la vida de nuestro territorio son unos recursos fundamentales y básicos para la educación integral. Una educación que comprende la educación de los sentidos, la educación ambiental y la educación emocional o del corazón.
Patrick Geddes fue amigo personal y unos de los principales defensores de María Montessori y su educación de los sentidos. Geddes criticaba de manera vehemente la actual ausencia de la naturaleza en escuelas y colegios, con su verbalismo y su papelerío. Algunas de sus frases nos sirven como a nuestra propuesta de educación vitalista integral u holista. Es necesario incrementar las experiencias sensoriales de nuestros niños para favorecer su educación emocional.
El contacto con animales y plantas aportan experiencias emotivas que son básicas para la educación emocional.
Patrick Geddes también conoció y trabajó codo con codo con John Dewey en el desarrollo de la conocida como educación experiencial. Ambos coincidieron en la necesidad de que los niños trabajaran en huertos y jardines escolares, así como en talleres donde desarrollar las habilidades manuales.
Promover un contacto directo de los niños con la naturaleza es básico para su desarrollo integral.
la educación de los sentidos se nutre de experiencias sensoriales intensas y gratificantes, que pueden ser puestas en relación con disciplinas como las ciencias naturales.
El propio Geddes escribió «Madame Montessori ha mostrado cómo es posible enseñar a leer y contar con mucha más rapidez que en la actualidad, y todavía más todos los temas de interés vital y, de consiguiente, de la educación propiamente dicha…La gente se ríe de la educación de los sentidos propugnada por Madame Montessori; pero hay que ir más lejos aún». Y Geddes lo fue para demostrar que la educación de los sentidos tienen mucho que ver la educación en valores y con el respeto a la vida.
Si salirnos del mundo de adentro, como el gustaba decir a Geddes, entramos en el cuadrante del pensamiento, en el que reside la posibilidad de una vida interior plena. La educación vital, integral y holista tiene que ser la base para el desarrollo del pensamiento sistémico u holístico. En el siguiente gráfico mostramos sus principales componentes y cómo se articulan.
La educación de las emociones es la que permitirá la transmutación de nuestros sentimientos en emociones profundas que estarán en la base de una re-religión, cuyos principios son los propios de la ecología espiritual o profunda (ver vídeo)
Como los todos los pensamientos elevados y trascendentes, estos llevan aparejados una doctrina u ética. La re-educación sistémica se apoya en la ética ambiental (ver vídeo).
Igual que la ecología espiritual o profundo nos unirá al restos de los seres vivos y al cosmos, necesitamos de una nueva ciencia que sirve de sustento a la búsqueda de la verdad. El pensamiento integral es diametralmente opuesto al pensamiento análitico, mecanicista y especializado imperante. Nosotros reinvidicamos, siguiendo la terminología geddesiana, los Studia Synthetica. Los trabajos de Lewis Mumford son un ejemplo del pensamiento generalista (ver vídeo).
El pleno desarrollo de los studia Synthetica es el que permitirá la eclosión del pensamiento sistémico, tal y como ha sido concebido por Fritjot Capra (ver vídeo) en sus obras, en especial en su libro «La trama de la vida».
Las experiencias sensoriales y emotivas adquiridas en la escuela integral vitalista son las que alimentadas por la ecología profunda, la ética ambiental y el pensamiento sistémico permitirán una re-creación: un pleno desarrollo y expresión de nuestra imaginación. Una imaginación que se nutrirá de los símbolos naturales y cósmicos.
Las ideas del pensamiento sistémico cuenta con sus propias notaciones gráficas como el diagrama de la espiral de la vida (ver vídeo) que sirve para integral y favorecer el desarrollo integral de nuestros niños, jóvenes y mayores.
Nuestra imaginación creativa encontrará, de nuevo, sus inspiración en la naturaleza y sus formas. Un nuevo mito vital eclosionará de la mano de la re-religión ecológica.
Nuestros mitos recreadores y re-imaginados nos animarán a diseñar y poner en marcha nuestros proyectos educativos, sociales, políticos y económicos, como mi empresa Ceuta Dreams (ver vídeo)
la educación integral vitalista fomentará la imaginación emotiva que tendrá su expresión en la poesía profunda que cante de nuevo a la naturaleza (ver este emotivo vídeo)
El pensamiento sistémico no puede quedar encerrado entre las paredes de nuestros claustros universitarios y centros de investigación tiene que volver al mundo de afuera para alimentarlo y revitalizarlo. El pensamiento sistémico tiene que favorecer el despertar cívico y el esfuerzo constructivo.
Necesitamos una re-política cuyo cimientos tienen que ser construido desde la biophilia: el amor apasionado y entusiasta por todas las formas de vida (ver vídeo sobre E.O. Wilson)
Las ideas filosofías tienen que tener un marcado carácter emotivo. Bajo todas los mitos, religiones y filosofías del pasado discurre una Sophia Perennis que es necesaria reivindicar y difundir. Autores como Ken Wilber (ver vídeo) ha abierto una puerta a la filosofía perenne.
La reconstrucción creativa de nuestro entorno es una parte importante de la acción sistémica. El arte inspirado por la naturaleza (ver vídeo) ocupará un lugar clave en la expresión artística del futuro.
La re-política, además de biofílica, tiene que ser también cívica. La voz de los ciudadanos, inspirados por la Musa Caliope, tiene que escucharse. La crítica vigilante es una parte fundamental de una ciudadanía despierta y constructiva.
La ideas expuestas y defendidas tienen que poner en acción de una manera sinergética, «solo o con el apoyo de todos», como reza en el juramento efébico.
Es necesario lograr despertar el sentido cívico en la ciudadanía con el objetivo de defender la vida, la naturaleza y la dignidad de las personas.
Los ciudadanía está llamada a iniciar un proceso de reconstrucción de nuestros paisajes, de nuestros pueblos, ciudades, mares y montes.
Los ciudadanos en el futuro dedicaremos mucho de nuestro tiempo y esfuerzo a la restauración sinergética. Como profetizó Lewis Mumford en su obra «Las Transformaciones del Hombre», «si al buscar un equilibrio humano queremos empezar por proporcionar un contorno humano equilibrado, en la mayoría de los centros de población más activos tendremos que emprender demoliciones por todos lados al fin de restituir, en un siglo más o menos, algunos de los ingredientes naturales fundamentales para una vida humana plena y rica».
Nando dice
Mágnífico artículo. Realmente me encantó.
Gracias por tu aportación, José Manuel.
admin dice
Muchas gracias, Nando. Me satisface mucho leer tus comentarios, sobre todo viniendo de una persona con tantos años de experiencia docente y de investigación en el campo de la educación holística. Un cordial saludo,